El pasado domingo estudiamos el pasaje donde Jesús esta durmiendo tranquilo en un bote y sus discípulos lo despiertan porque piensan que se van ahogar. El escenario de esta historia es el Mar de Galilea. Después de compartir con las personas que los acompañaban deciden pasar al otro lado, cuatro de los discípulos de Jesús eran pescadores por lo que tenían experiencia en estos viajes. Sin embargo este viaje no fue como muchos otros.
Él fue a la parte trasera del bote y se reclinó a dormir. De repente las cosas cambiaron. El mar de Galilea es pequeño, no tiene más de 20 kilómetros de norte a sur. Esta a 210 metros sobre el nivel del Mediterráneo. Eso hace que su clima sea templado, pero también crea peligros. Al oeste hay colinas con valles y barrancos, cuando sopla el viento frío del oeste , estos valles actúan como soplillos gigantescos. el viento parece que se comprime en ellos, de manera que la calma de un momento se convierte en un instante en una tormente rugiente. Esto debió de suceder ese día , comenzó a soplar un fuerte viento . Grandes olas golpeaban el bote , se empezó a llenarse de agua. Sus discípulos lo llaman asustados, Maestro nos ahogamos! Jesús se levanta y da una orden : Calla, enmudece ! Inmediatamente cesó la tormenta. Jesús tiene todo el poder, el es el Hijo de Dios. El puede hacer que tus tormentas desaparezcan y que otra vez llegue la bonanza.
Nuestro versículo clave: Aun el viento y el mar le obedecen-Marcos 4:41
Él fue a la parte trasera del bote y se reclinó a dormir. De repente las cosas cambiaron. El mar de Galilea es pequeño, no tiene más de 20 kilómetros de norte a sur. Esta a 210 metros sobre el nivel del Mediterráneo. Eso hace que su clima sea templado, pero también crea peligros. Al oeste hay colinas con valles y barrancos, cuando sopla el viento frío del oeste , estos valles actúan como soplillos gigantescos. el viento parece que se comprime en ellos, de manera que la calma de un momento se convierte en un instante en una tormente rugiente. Esto debió de suceder ese día , comenzó a soplar un fuerte viento . Grandes olas golpeaban el bote , se empezó a llenarse de agua. Sus discípulos lo llaman asustados, Maestro nos ahogamos! Jesús se levanta y da una orden : Calla, enmudece ! Inmediatamente cesó la tormenta. Jesús tiene todo el poder, el es el Hijo de Dios. El puede hacer que tus tormentas desaparezcan y que otra vez llegue la bonanza.
Nuestro versículo clave: Aun el viento y el mar le obedecen-Marcos 4:41
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