Abigail , La Pacificadora

Ayer domingo estudiamos a esta sabia mujer quién muy inteligentemente prefirió ser agente de paz y no instigadora o como decimos en nuestra Costa Rica no quiso ser ¨carbonera¨.
Ella fue una de las esposas del Rey David, pero antes de este suceso ella tuvo que lidiar con un anterior esposo grosero , malvado y necio.
Nos cuenta la palabra de Dios que David envió a diez de sus hombres a pedir un regalo a Nabal por haber protegido a sus sirvientes y ganado. Nabal no consideraba que le debía nada a David por lo cual se negó y hasta insultó al futuro rey y sus ayudantes. Como era de esperarse David , un hombre forjado en la guerra y de fuerte temperamento ,se ciñó la espada y fue directo a cobrar tal ofensa. Abigail se entera del problema y muy astutamente envía un regalo para David y así ir calmando su ira. Luego se encuentran , ella intercede y lo libra de cometer un gran mal .
Que cosas podemos resaltar de esta historia:
Abigail salvó la vida de su malvado esposo por su intervención. Ella pudo no involucrarse y que le dieran su merecido, de esta manera hasta se podía librar de él. Pero no, ella sabía su lugar en Dios y como esposa, su proceder fue el correcto y Dios le recompenso.
Ella libro a David de cometer un crimen y pecar contra Dios. El también estaba en deuda con ella y justamente por su sabiduría finalmente la escoge como esposa. Si ella hubiera procedido como una mujer ¨carbonera¨, pleitera y bochinchera, jamás la llama como esposa. Se imagina lo que es andar por el desierto de Parán con una mujer así? Eso es caminar con una piedra en el zapato!!
Finalmente quisiera resaltar lo importante de tener personas a nuestro alrededor que nos puedan aconsejar bien. Esto lo digo por el criado que le aviso a ella sobre los planes de David y le confrontó en que debía de hacer algo (1 Samuel 25:17). Si él no le hubiera puesto sobre aviso , la tragedia les alcanzaría sin poder evitarla.
Como parte de nuestra clase los pequeños elaboramos una muñequita hecha de cucharita y con esa preciosa tarde que el Señor nos regalo... como gozamos en la Escuelita de la Casa de Dios!

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